¿Sabes cómo regañar a un gato?
Los gatos, como el resto de seres vivos, no nacen con el concepto del bien o el mal. Como es lógico, se guían por sus instintos. Pero cuando están conviviendo con nosotros, en nuestro hogar, es importante saber la forma adecuada de educarlos. Y claro, dentro de la educación de tu gato, también hay momentos en los que tenemos que regañarles. Por ese motivo es importante saber la forma correcta de regañar a un gato. Hacerlo de una manera incorrecta, no sólo, no servirá de nada, sino que podrá empeorar tu relación con tu gato. Por lo que hacerlo de una manera adecuada, ayudará a reconducir su comportamiento.
Cómo regañar a un gato
En primer lugar, y lo más importante a tener en cuenta es que jamás, bajo ningún concepto debes pegar a tu gato. Nunca debes recurrir a la violencia, ya que esto podría acarrear que llegue a defenderse, pudiendo así ocasionarte heridas; y como te he dicho anteriormente empeorar la relación, y en ocasiones puede llegar a ser irreversible.
Antes de regañar a tu gato, es importante que tengas la costumbre de premiar su buen comportamiento. Deberías premiar conductas como arañar en su rascador, en vez de en los muebles, usar su arenero, o incluso jugar con sus juguetes; y así hacerle saber que está haciendo las cosas bien. Para premiar estos comportamientos, es tan sencillo como utilizar caricias, jugar un rato con él o con premios y golosinas. Piensa que cualquier refuerzo positivo que pueda gustarle a tu gato servirá. Debemos tener claro que un buen premio a tiempo es mucho más efectivo que regañar a un gato cuando se porte mal.
Por supuesto, debemos tener cubiertas las necesidades básicas para nuestro gato. De nada sirve regañarle por arañar nuestros muebles si no tiene un rascador para gatos donde poder hacerlo.
¿Cuándo regañar a tu gato?
Debemos tener claro que los gatos viven el presente. Por lo que, de nada sirve regañar a un gato por algo que haya hecho el día anterior, hace dos horas o, incluso hace 10 minutos. Aunque le estés mostrando el daño que haya producido mientras le regañas, si no lo acaba de hacer en ese momento, tu gato no lo relacionará. Por lo que no entenderá el motivo de tu enfado, ni tu reprimenda.
Aunque claro, habrá ocasiones en los que no te encuentres en casa o no te des cuenta de cuando tu gato ha hecho algo mal. Por ese motivo existen dos tipos de castigos. El castigo activo y el castigo pasivo.
El castigo activo
Los castigos activos son aquellos que impones en el mismo momento en el que descubres que tu gato ha hecho algo mal. En este caso lo que debes hacer es decir de manera firme y en alto la palabra “NO”. Para así hacerle entender que no estás de acuerdo con su forma de actuar en ese momento. Recuerda que no debes gritarle, ni conseguir que pueda llegar a tener miedo. Algo que puedes hacer es decirle la palabra “NO” e irte de su lado en ese momento. Aunque tu gato sea muy independiente, le gusta que estés con él, y apartándote de su lado, podrá relacionar la palabra, con que te estás alejando de él, y puede perderte. Se debe tener mucha paciencia y ser repetitivo, para que vaya relacionando los conceptos de la palabra con el hecho de perderte por hacer algo malo.
Otra técnica que puedes realizar es hacer algún ruido, o algo que sepas que le molesta o incomode. Como puede ser palmadas, o incluso hacer ruidos con una bolsa. Eso depende de lo que a tu gato no le guste. Recuerda que solamente es para incomodarlo, no queremos asustarle ni que llegue a tener miedo. Piensa que si usas esta técnica demasiadas veces para regañar a tu gato, puede llegar el momento en el que se acostumbre y ya no surta efecto.
Puedes redirigir su atención en el momento que está haciendo algo mal, por ejemplo, comenzar a jugar con él, o llamarlo para que vaya a otra habitación, y así conseguir que tenga fija su atención en otra cosa y no en lo que iba a hacer.
El castigo pasivo
Más que un castigo para tu gato, este método, se basa en evitar que tu gato haga algo cuando tú no estás. Me explico, evitar que arañe los muebles, hacer que no se suba a ciertos lugares, etc… Para ello podemos usar elementos que sepamos que son desagradables para ellos. Por ejemplo, tal y como explico en el artículo de cómo evitar que los gatos arañen los muebles, puedes rociar ciertas zonas con aromas cítricos, ya que sabemos que los gatos no soportan ese olor. Y de esa manera evitaremos que arañen los muebles.
Para evitar que se suban a ciertos lugares, podemos poner cinta de doble cara, pegadas al mueble, o a la mesa. Así cuando se suban y apoyen sus patitas, se les quedará pegadas. Y eso es una sensación muy desagradable para nuestro michi. Por lo que relacionará subirse al mueble con esa sensación. Y así evitaremos que lo haga en el futuro.
¿Qué hacer para no tener que regañarle?
Como apunte final te diré que es de vital importancia conocer las causas por las que tu gato se porta mal. Puede ser por falta de actividad, de atención, o incluso por algún problema de salud; por lo que portarse mal es una manera de llamar tu atención. Debemos dedicar tiempo cada día a jugar con nuestro gato, y hacerle saber que estamos con él y que lo queremos.
También es muy importante mantener su arenero limpio, y colocado en una zona tranquila. Para que así pueda hacer sus necesidades.
Y lo más importante, lo que he dicho al principio, no dejes nunca de premiar sus buenas acciones. Es la mejor forma de tener una sana y buena relación con tu gato.
Si tienes alguna otra técnica que te haya sido efectiva, sería genial que nos la dejaras en los comentarios para así conocerla también.
Buen post, acá tengo 2 Bárbara y Felipe, él los adoptamos de la calle recién, pero ha sabido comportarse. Es importante lo que dices, y en efecto ha dado resultado. Saludos cordiales desde Venezuela.
Muchas gracias 🙂
Me ha encantado! Hay que conocer su «idioma», bajar la agresividad humana y la necesidad de control absoluto sin dejar de fijar nuestros límites. Ellos no dudan en decirnos No cuando algo les molesta, pero para nosotros es un reto de asertividad esto de convivir con felinos🐾