Cómo tranquilizar a un gato asustado

Existen múltiples factores que pueden provocar que nuestro gato se asuste. Por lo que es aconsejable saber cómo tranquilizar a un gato asustado. Dependiendo del motivo, puede ser más o menos difícil de conseguir. Por lo que te aconsejo que después de leer este artículo consideres si es por algún motivo que puedas solucionar. Y en caso contrario, debes requerir ayuda de un profesional, por el bien de la salud de tu gato.

Cómo reconocer a un gato asustado

Por norma general, un gato asustado suele reaccionar de varias maneras. Esconderse cuando se asusta, o detecta que puede llegar una situación que le estresa. Y gruñendo o hinchando su pelaje para parecer más grande y amenazador.

Como he indicado anteriormente, pueden existir numerosos factores que influyen en el estado de nuestro gato. Por lo que debemos descubrir primero el motivo, y así poder tomar las decisiones correctas para tranquilizarlo.

Un gato enfermo

Por norma general, los gatos, cuando están enfermos o heridos, suelen esconderse y evitar el contacto con personas u otros animales. Por lo que si tu gato es normalmente amigable y advertimos este comportamiento, puede ser por este motivo. Así que no lo dudes y consulta con tu veterinario, antes de que el problema pueda agravarse.

No eres su dueño

Esto suele suceder cuando te encuentras a un gato por la calle y se deja tocar y atrapar y lo llevas a tu casa. Si en realidad ese gato ya tiene un hogar y unos dueños; y se les ha podido escapar y tú lo encontraste. Pues bien este gato, al llevarlo a tu casa se podrá asustar, ya que está en un entorno desconocido, y rodeado de gente desconocida. En tal caso se debería comprobar si lleva chip, y quiénes son sus dueños.

Gato sin socializar

Esta causa suele aparecer cuando el gato ha vivido en una colonia rodeado de otros gatos. Y, si nosotros los adoptamos en esa situación, puede que no quiera mucho trato con nosotros. Para tranquilizar a un gato asustado de estas características, sobre todo necesitamos mucha paciencia. No forzarlo, ni tener que hacerle pasar el estrés de que lo acariciemos o lo abracemos si él no lo desea. Por lo que en este caso, lo mejor es ir dejándolo que poco a poco se acostumbre a nuestra presencia; y a que vea que en ese nuevo hogar está a salvo y puede estar tranquilo.

Para ayudar en este caso, podemos darle algún premio en forma de comida de vez en cuando, y sobre todo jugar con él. El juego crea unos vínculos muy importantes entre el gato y el humano.

El gato ha sufrido abusos o malos tratos

Este caso también es bastante complicado. Porque un gato que ha sufrido abusos o malos tratos de un dueño anterior, por norma general tendrá miedo de todo el mundo, y no se fiará de nadie.

Cambio de hogar o de rutina

Los gatos son muy sensibles a los cambios. Por lo que si recientemente has cambiado de casa; o tu rutina de salir y entrar, puede que tu gato lo sienta y lo pueda estresar. En este caso solamente hay que tener paciencia, y que se adapte a la nueva situación.

Consejos para tranquilizar a un gato asustado

En primer lugar, debemos tener muy en cuenta que nunca debemos ir a abrazar o a tocar a un gato asustado. Siempre debemos guardar ciertas distancias con él. Pero eso sí, debe ser consciente de nuestra presencia, y debemos transmitirle la sensación de que no vamos a hacerle nada malo en ningún momento. Ya que en ocasiones, un gato asustado, puede reaccionar agresivamente, y atacarnos.

Podemos encerrarnos con nuestro gato en una habitación aparte, donde él pueda sentirse seguro. En un principio debemos dejarlo solo. Y cuando pase un tiempo, podemos entrar en la habitación con él.

Hablarle, en ocasiones es buena forma de que se vaya tranquilizando. Pero por supuesto no alzar la voz, ni hacer gestos muy rápidos ni agresivos con nuestras manos ni nuestro cuerpo. Eso podría asustarlo aún más. Debemos hablarle como si estuviéramos hablando con otra persona a la que queremos mucho. Aunque no pueda comprender nuestras palabras, sí que entenderá el tono y la intención que tienes con él.

Otro método es darle de comer. Y mientras tu gato come, tú puedes estar en la otra esquina de la habitación dejándole disfrutar de la comida tranquilamente. Si está comiendo en tu presencia y ve que no tiene nada que temer, es una buena situación.

Jugar con tu gato es una de las mejores maneras de estrechar el vínculo entre vosotros. Cuando ya hayas pasado por los puntos anteriores, puedes probar a jugar con tu gato. Puede que en un principio le cueste un poco, pero en el momento que comience a jugar contigo, todo irá mucho mejor.

Para tratar con un gato asustado, lo que siempre juega a tu favor es el tiempo y la paciencia. Así que no decaigas, y a luchar por el amor de tu michi.

Si has vivido esta situación en algún momento, me gustaría que lo dejaras en los comentarios, y cómo lo pudiste solucionar, para así aprender más sobre esta situación.