Gato siamés tradicional o Thai
El gato siamés es una de las razas más antiguas de gato doméstico que se conocen. Su historia es tan larga y colorida como el gato en sí. Es una gato originario del antiguo reino de Siam, la actual Tailandia. Estos gatos fueron principalmente compañeros de la realeza. Donde vivían en palacios y templos. Fueron considerados líderes religiosos durante generaciones. Celosos guardianes de importantes documentos y objetos de valor en los templos budistas. Pensaban que estos gatos, considerados sagrados, eran los responsables de heredar las almas transmigradas de las personas en el camino del más allá.
Se han encontrado alusiones a estos gatos en manuscritos y pinturas de la ciudad de Ayuttaya, en Siam, datados entre 1350 DC. cuando se fundó el reino, y 1767 DC a la caída del reino. Debido a ser gatos tan apreciados en su tierra natal, y estar viviendo con la realeza, rara vez eran ofrecidos a forasteros. Aún así, fue exportado a Gran bretaña en el siglo XIX. Y en una de las primeras exposiciones donde este gato fué exhibido; una periodista de la época describió despectivamente al gato de Siam como «un tipo de gato antinatural y de pesadilla».
Personalidad
El gato siamés de una raza inteligente, curiosa, muy activa y decidida. Es de los que te siguen a todas partes por casa. Resumidamente son extremadamente dependientes de sus humanos. Como resultado de ello, no puedes dejarlos largos períodos de tiempo solos, ya que pueden llegar a deprimirse.
Debido a su gran actividad y capacidad de socialización, necesitan grandes dosis de juegos y atención diarios. Si pasan muchas horas solos, pueden llegar a convertirse en destructivos. Pero no significa que sea una raza de gato mala para convivir en casa. Al contrario, es una forma de frustración y sensación de soledad y abandono. Cuando estamos con ellos, y debido a su gran inteligencia, debemos darle juego, actividad, y nuevas estimulaciones para su cerebro. Ya que del caso contrario si no les das qué hacer, ellos encontrarán algo. Y seguramente no será de tu agrado.
Si estás buscando un gato tranquilo, esta raza no es para ti. Son gatos que requieren paciencia a la hora de ser tratados. Y requieren mucha atención y cariño. Por el contrario, si buscas a tu alma gemela, este gato es el tuyo. Son muy buenas mascotas familiares. Y algo muy importante de esta raza es que son tolerantes con los niños. Siempre y cuando jueguen con ellos con cuidado. De lo contrario se mostrarán descontentos, y te lo harán saber. Es un gato similar al gato Bengalí en su personalidad
Características físicas del gato siamés
Por lo general es un gato de tamaño mediano y esbelto, de largas líneas que se van estrechando. Muy musculoso y ágil. En conjunto es un gato muy armónico .
Cuerpo
De tamaño mediano, largo y esbelto. Suelen tener los huesos finos, pero en cambio unos músculos firmes. Los hombros y caderas tienen forma tubular. Sus caderas nunca serán más anchas que sus hombros.
Cabeza
Posee una cabeza de tamaño medio, y con buena proporción respecto al cuerpo. Cuando el gato está de perfil se percibe claramente una larga línea recta desde la parte superior de la cabeza, hasta la misma punta de la nariz. Sin existir abultamiento alguno sobre los ojos. Su hocico es fino y en forma de cuña.
Orejas
Las orejas presentan un aspecto desproporcionado con el tamaño de la cabeza. Son anchas por la parte de la base. Y terminando de forma puntiaguda.
Ojos
Los ojos del gato siamés son de forma almendrada. Y sobre todo resalta su color azul vivo. Es quizá una de las cualidades que primero llaman la atención de esta raza. El color, profundidad y brillo de sus ojos. En ocasiones puede dar la sensación que son vizcos.
Patas
Sus patas son delgadas y largas. Aunque contrastan con su fuerte musculatura. El tamaño es muy proporcionado respecto al cuerpo. Las patas traseras son más altas que las delanteras.
Pelaje
Cuando nacen su color es más claro, debido al calor que le aporta la madre. Conforme van creciendo, los colores van cambiando dependiendo de las zonas de su cuerpo. Su color es más oscuro en zonas frías, y más claro en zonas calientes.
¿Sabías que hay formas de evitar que el gato rasque los muebles?
Salud.
El gato siamés en general, goza de buena salud. No es raro que lleguen a vivir incluso quince años o más. Si han estado viviendo en hogares con los cuidados mínimos. Sin embargo, en algunas líneas de sangre siamesas, se han detectado algunos problemas genéticos. En particular, se ha detectado amiloidosis hepática hereditaria. Es causada por una proteína llamada amiloide que se deposita en el hígado. Pudiendo causar incluso lesiones, disfunción y fallo hepático.
Respecto a los dientes, algunas líneas siamesas son propensas a la acumulación y formación de sarro y gingivitis. Pero teniendo un chequeo veterinario anualmente y, cepillando sus dientes periódicamente no hay ningún problema.
Conclusión
Si lo tuyo es tener un gato cariñoso, familiar y que se lleve bien con los niños, esta raza es la ideal para ti. No es el típico gato que se esconde y solo lo ves cuando va a comer.
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