Creo que no existe nada más misterioso que el ronroneo de un gato. Un sonido que no se sabe bien de dónde sale; pero que al oírlo te llena de paz. Ese ronroneo que te acompaña en tu descanso de sobremesa. O cuando has tenido un mal día, tu gato se sube sobre tus piernas y notas ese ronroneo. Esa es la señal de que estás en casa, en tu hogar.
Creo que pocas cosas hay en la vida tan simples, que te llenen más, y te haga sentir mejor. Sabes que es sinónimo de que tu gato está bien, a gusto en casa y con gente a la que quiere. Y ¿sabe una cosa? Me encanta saber que mi gato es feliz, porque para eso lo tengo, y su felicidad es la mía.
La ilustración de este post es de nuestra amiga Rosa Boschetti.
Por eso, si quieres tener ese sentimiento cada vez que llegues a casa #AdoptaUnGato.
Conoce la impresionante raza de gatos Maine Coon.